domingo, 1 de noviembre de 2009

Testimonio de un campesino de Chamis-Cajamarca


Francisco Ramos Tanta*

En la actualidad me desempeño como carpintero estando en la ciudad y como agricultor estando en el campo. La carpintería lo aprendí de mi padre y de otros maestros carpinteros y la agricultura de mis ancestros, ya que soy naturalmente campesino. Hoy en día trajino entre el campo y la ciudad tratando de solventar las múltiples necesidades que se pasa para vivir.
La motivación que me conmueve es ver que la realidad en la que vivimos los campesinos de Chamis actualmente, es totalmente desastrosa. Porque están desapareciendo nuestra cultura y nuestras costumbres ancestrales como las mingas , músicas, cuentos, comidas típicas, curación con plantas y los trabajos comunales que antes se realizaban como: las limpiezas de caminos, de acequias y de cementerios. También está desapareciendo nuestro idioma que es el quechua y nuestra forma propia de hablar el castellano, con todo esto hay pérdida de valores como el respeto de los niños hacia las personas mayores, porque nuestros ancianos son los que tienen más conocimientos.
También hemos perdido el conocimiento del valor nutritivo de los productos agrícolas, por este motivo ya no se siembran ni se consumen productos como la mashua, que es prima hermana de la maca. Otro caso es el del trigo que ya no se consume, sino se vende, por ejemplo antes se utilizaba el arroz de trigo pelado y ahora se usa el arroz blanco, antes consumíamos harina de trigo y cebada y hoy en día el pan que viene de la ciudad. Todo esto sucede por influencia del comercio que viene de la ciudad.
Otra influencia negativa de la ciudad es usar medicamentos que no conocemos en vez de nuestras plantas y remedios. Hoy, en Chamis, practicamos muy poco el tratamiento de enfermedades con plantas nativas como el uso del té de carqueja con chicoria blanca y dos gotas de limón para curar la infección estomacal, o cocinar la verbena azul con warmi warmi para curar el dolor de muela y la chirapa . Cuando la chirapa le coge a las plantas se produce la rancha que puede destruir la cosecha si está al inicio de la producción. Infelizmente, hemos perdido el conocimiento para curar a las plantas, ya no se conocen más de estos relatos.
Es por eso que recojo nuestros relatos, cuentos, mitos y leyendas, que están desapareciendo al ritmo que van muriendo nuestros queridos abuelos y bisabuelos, quiénes fueron muy buenos conocedores de nuestra realidad y de todo lo que les propiciaba la naturaleza. Entonces diciendo todo esto y viendo la realidad de mi tierra, donde nací y crecí, me veo en la obligación de recopilar muchísimos conocimientos valiosos que han de servir para el futuro. Es por eso que me permito acercarme a las personas mayores de Chamis y de otros lugares aledaños para saber como fue anteriormente su vida, sus costumbres, su idioma, su medicina, sus vestimentas, sus alimentos, sus instrumentos musicales, sus bailes y sus rituales. Porque estos relatos son importantes para aprender sobre la naturaleza les presento la Historia de la Laguna de Chamis, que me la contó mi bisabuelo, José Mercedes Herrera de la Cruz.

POR LOS AUTORES

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